Max busca descubrir un patrón que le permita predecir todos los movimientos de la bolsa de valores, lo que lo lleva a enfrentarse a los más grandes y contradictorios aspectos de la humanidad, por un lado es buscado por una corporación materialista que espera obtener el patrón para lograr riqueza y por otro lado se encuentra un grupo de judíos que buscan encontrar el numero con el que pueden descubrir el nombre de Dios. Durante su búsqueda por la verdad intenta por todos los medios descubrir el algoritmo que necesita llevando a un punto crítico su enfermedad.
Una vez logra descifrar el algoritmo y conseguir el número se da cuenta que nunca ha sido materialista ni espiritual y que nunca va a utilizar para sí mismo esa información, por lo que decide, después de prepararlo todo, borrar de su mente el algoritmo para seguir su vida normalmente.
Es curioso como a veces intentamos conseguir objetivos que sabemos que son demasiado para nosotros...
Volando como Icaro directamente a nuestra perdición.
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